La Tecnología del amor

por | Nov 25, 2022 | 0 Comentarios

Cada año, con motivo del 25N, gran parte de la sociedad muestra su rechazo a todo tipo de violencias machistas de manera unánime. Desde Cadigenia pretendemos aportar nuestro granito de arena, no sólo a través de nuestras acciones de sensibilización y prevención, sino invitando a la reflexión.

Hace unas semanas, impartí unos talleres dirigidos a víctimas y supervivientes de la violencia machista sobre autoestima, autonomía y otras herramientas para la recuperación emocional. Señalar que este tipo de formación, absolutamente siempre, dejan huella y te remueven muchísimo, a nivel personal y profesional. Cada vez que tengo la oportunidad de trabajar con estas valientes mujeres, me dejo la piel por entender todos los mecanismos psicológicos y comportamentales que subyacen en los episodios y experiencias que comparten en el contexto grupal. A las personas que nos dedicamos a la prevención de la violencia de género, nos quita el sueño encontrar los argumentos necesarios y el conocimiento adecuado que llegue a impactar en las creencias personales, y así poder prevenir, al menos detectar situaciones de violencia machista, especialmente en gente joven.

Pues bien, en una de las últimas sesiones con este grupo de mujeres, le pusimos nombre a lo vivido, señalamos las causas que generan la violencia, organizamos pensamientos para disponer prioridades y eliminar cualquier atisbo de culpa, así como trabajar la motivación para el autocuidado y la autonomía.  En un momento de la formación, decidimos hacer entre todas una especie de lista con consejos y recomendaciones que compartiríamos a chicas jóvenes para detectar y prevenir la violencia machista en sus vidas.

Por supuesto, el enfoque de la prevención, y cada vez lo veo más claro, debe ir dirigida a la parte activa y privilegiada de este mundo patriarcal, androcentrista y machista. Si no destinamos recursos para trabajar expresa y directamente con los chicos la violencia de género y sus consecuencias, seguiremos viviendo en una sociedad  con un victimario fortalecido por la misma. Sin embargo, la percepción de las víctimas y su sabiduría es vital para comprender el mecanismo, la permanencia y las secuelas. El listado quedó de la siguiente manera.

  • Respetarse a una misma fortaleciendo los límites.
  • Cuidar la autoestima como el bien más preciado.
  • Saber bien lo que quieres y lo que no también. Si nunca hemos valorado lo que NO queremos en una relación, cuando estamos en ella nos inunda sin estar alerta.
  • Tener amigas que estén ahí, incluso cuando te equivoques.
  • No cambiar nada por otra persona, ni la manera de vestir, ni los hobbies, ni planes con amigos, amigas o familia.
  • Tener claro lo que se quiere en la vida, tener objetivos vitales y luchar por conseguirlos.
  • Independencia económica.
  • Que el enamoramiento no te ciegue y cambiar radicalmente el concepto de amor.

Y en este último punto nos paramos y pusimos encima de la mesa varias preguntas.

¿Cómo vivimos el amor? ¿Qué es el amor? ¿Qué llegamos a hacer en una relación de pareja bajo el paraguas del amor? ¿Somos iguales hombres y mujeres ante el amor?

Cuando hablamos de violencia de género en una relación de pareja con perspectiva feminista, es incuestionable dar un giro radical al concepto de amor. Dicho de otra manera, como muchísimas autoras vienen denunciando desde hace décadas: EL CONCEPTO DE AMOR ACTUAL ES UNA GRAN MENTIRA PATRIARCAL. Que nos han dado coba a las mujeres, vaya.

Por amor hemos aguantado situaciones incómodas, accedemos a realizar tareas que no nos apetecen, sufrimos malos tratos y faltas de respeto. Por amor nos mantenemos en lo estático aunque nos haga daño. Por amor simulamos felicidad, mientras apretamos los dientes y respiramos hondo. Por amor dejamos de ser nosotras mismas.

Eliminar esta manera de vivir el amor en pareja es URGENTE. Sabemos con certeza que las creencias que alimentan nuestros comportamientos de apego y afecto (o su ausencia) están cargadas de machismo, desigualdad y una gran tolerancia a la violencia, sea del tipo que sea: física, psicológica, simbólica, vicaria, cibernética…

En un mundo en el que la NASA acaba de lanzar otro cohete a la luna, donde un frigorífico te avisa cuando tienes yogures que van a caducar o una app donde te notifican huecos para aparcar en el centro de cualquier ciudad, en un mundo tan tecnológico en constante avance y progreso, aún mantenemos un concepto del amor del medievo, con reminiscencias de la antigüedad, como el amor romántico y el mito de la media naranja, que ya nos lo contaba Platón en El Banquete.

¿Y si aprovechamos el progreso, el avance de la ciencia y la tecnología para el amor? No, no me refiero a utilizar apps de citas rápidas o para practicar el sexting. Me refiero a poner los conocimientos científicos existentes al servicio de la práctica del amor de la manera más saludable y positiva para las personas que se pueda alcanzar.

Hay que dejar claro que el amor es un constructo cultural que se nutre de los estándares del momento, y queridas y queridos amigos, esta sociedad, mires donde mires, está cargadita de machismos, micromachismos, macromachismos, neomachismos y bertines osbornes.

Poseemos sobrados conocimientos sobre cómo funciona el romanticismo en las relaciones de pareja heterosexuales, incluso en las más jóvenes: estereotipadas (sumisa y proactivo) y con una gran capacidad de normalizar muchísimos micromachismos y gestos de alimentan la desigualdad basada en el sexo. Kate Millet, entre otras muchas feministas radicales ya alertaba de que el poder que se reparte en las relaciones amorosas es reflejo del poder en la sociedad, alimentado durante siglos de peso patriarcal. 

¿Será que nos han enseñado una manera de amar que no es la correcta para nuestro bienestar? El patriarcado nos ha grabado a fuego que el amor verdadero contiene una importante dosis de sufrimiento y si tenemos en cuenta la perspectiva feminista en  este asunto, se concluye que el principal sacrificio proviene por parte de las mujeres.

¿No os parece que una manera de prevenir el hecho de vivir relaciones tóxicas de pareja o lo que es peor aún, de violencia machista es entender el amor desde toda su tecnología?

Para aplicar la tecnología al amor …

  • Es necesario dejar de consumir, o aprender a mirar con visión crítica, todos los factores de socialización que reproducen el amor romántico: sin ti no soy nada, cualquier telenovela o la isla de las tentaciones van en contra de toda ciencia y la lógica del amor.
  • A continuación, échale una pizca de raciocinio al amor, rompe con la idea de que el corazón y el cerebro pueden opinar de manera diferentes. Debemos formarnos en inteligencia emocional y así aplicar técnicas psicológicas que produzcan emociones y sensaciones positivas en el momento deseado. Identificar aquello que nos hace bien es una manera muy eficaz de frenar faltas de respeto o ataques a nuestra persona.
  • Centrarnos en mejorar la autoestima de manera consciente, no como algo que va y viene, sino destinar tiempo y poner en marcha estrategias que la mantengan cuidada: autoconocimiento, objetivos vitales, autocuidado, aceptación y autovaloración.
  • Tener autonomía en el placer y la intimidad, para posteriormente compartirla de una manera madura y consensuada. Conocer nuestros cuerpos, su fisiología y sensaciones nos ofrece la posibilidad de tener bajo control lo que deseamos, y no dejar el poder de nuestro placer a otra persona. El placer se comparte, no se recibe.
  • Entrenar técnicas para aplicar la asertividad, el diálogo ante los conflictos y la negociación. Aprender a sobrellevar una ruptura desde el cuidado y no desde la autocompasión.

Y por último, considera que el buen amor se puede reproducir, se puede observar y categorizar. Alejémonos del concepto del amor abstracto, del que te llega sin tú desearlo, del que no somos capaces de manejar ni tener bajo control. El amor es la puesta en marcha de acciones llenas de afecto, cuidado, admiración, respeto, intimidad, complicidad, diálogo, pasión y empatía; todas ellas absolutamente palpables, detectables y medibles.

Ser tecnócratas del amor no implica frialdad ni ausencia de afecto, es resignificar el concepto del romanticismo que dulcifica la toxicidad.

Tatiana Sánchez Sierra

0 comentarios

Enviar un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Autora:Tatiana Sánchez Sierra

Licenciada en psicología, experta en educación afectivo-sexual y prevención de violencia de género desde la psicología feminista. Auditora de Igualdad. Docente especialista en psicología positiva y emocional.

Post relacionados

Nuestros Cursos

€69
Portada-Curso-Puzle-Violencia-machista

EL PUZLE DE LA VIOLENCIA MACHISTA

Este curso está dirigido a todas aquellas personas con interés de ampliar sus conocimientos y argumentos para comprender la violencia machista desde todos sus ángulos posibles y adquirir mayor convicción si cabe de la necesidad de luchar contra ella.

€49

STAR WORDS: El Lenguaje Inclusivo no es ciencia ficción

En Cadigenia te proponemos este curso con el que podrás hacer un recorrido que te facilitará la toma de conciencia sobre la importancia de nombrar a hombres y mujeres.

€49
Curso: Coeducar en Casa

COEDUCAR EN CASA

Coeducar significa educar teniendo como base el principio de la igualdad de oportunidades y la no discriminación.

€49
Curso Historia e Historias de mujeres

LA MÁQUINA DEL TIEMPO: Historia e Historias de Mujeres

¿A quién no le gusta aprender historia de una manera apasionante y divertida?
¿Y si encima hablamos de mujeres increíbles que han sido invisibilizadas por el patriarcado?

« » página 1 / 2

Contenido Relacionado

Este sitio web utiliza cookies para que usted tenga la mejor experiencia de usuario. Puede obtener más información sobre el uso de las cookies en el siguiente enlace.política de cookies, plugin cookies

ACEPTAR
Aviso de cookies