Este “spot social” sobre violencia de género, quiere poner el foco en el concepto de masculinidad construido socialmente. Casi todas las campañas sobre esta temática suelen estar dirigidas al empoderamiento de las mujeres o a la toma de conciencia general de la sociedad, que está muy bien, pero corremos el riesgo (si todo va enfocado en este sentido) de difuminar un problema más tangible: los agresores. Sobra decir que todos los hombres no lo son, eso lo sabemos, pero hay reformular la masculinidad hegemónica imperante, y la única forma es que ellos tomen conciencia de sus aprendizajes, de la inercia del machismo y de los privilegios que tienen adheridos a su sexo. De manera indirecta también estaremos visibilizando el problema de la violencia en distintos contextos y obviamente, sensibilizando a la ciudadanía en su conjunto. La violencia de género es un problema global, en el que todos y todas tenemos parte de la solución en nuestras manos, pero ellos, los hombres deben comenzar a construir y replantearse otras formas de ser y estar en el mundo lejos de los estereotipos y arquetipos creados por el patriarcado, que construye y refuerza su papel agresivo y dominante.